El Verdadero Exito se Fundamenta en Dios
Un edificio necesita bases sólidas para poder mantenerse en pie y soportar todas las cosas inherentes a su propósito. Igualmente el Edificio del éxito se mantiene sobre bases fuertes que le garantizan su sostenimiento
Antes que todo debemos saber que el verdadero éxito se fundamenta en Dios. Sin Dios no podremos hacer nada, aunque externamente parezca que hay un éxito rotundo, interiormente no es cierto. Para construir este edificio es necesario afirmarse en la roca, Que es Dios mismo y su Palabra, Dios viene siendo nuestro piso, donde sustentamos nuestros sueños, metas y logros.
Jesús dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Juan 15:5.
Si construimos un éxito sin Dios, estaremos sembrando un verdadero fracaso para nuestras vidas y familia, aunque parezca externamente que tengamos dinero, fama, poder, eso no es nada para la verdadera felicidad que da el éxito de Dios. La realidad demuestra que todos estos que han alcanzado el éxito sin tener presente a Dios en sus vidas, viven una vida de maldición, pena, desgracia, drogadicción, divorcios, traiciones, y otras mas.
La Primera Piedra para el éxito en Dios se llama: Entusiasmo.
A uno le debe gustar lo que hace. El corazón debe de estar allí. Sin entusiasmo no es posible trabajar al máximo de nuestras habilidades. La Biblia nos habla acerca de servir a Dios con Gozo: Deuteronomio 28:47-48 Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.
La palabra entusiasmo proviene del Griego y significa tener a Dios dentro de sí. La persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era guiada por la fuerza y sabiduría de Dios, y por ese motivo podía transformar las cosas que lo rodeaban y hacer que ocurrieran las cosas. Sólo las personas entusiastas son capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano. Es necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva situación. El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. Es un estado de fe, de creer que Dios esta con uno y que las cosas son posibles.
Comentarios