Una Forma de Producir Riquezas es Trabajando
El trabajo es un regalo de Dios, para el hombre, y es una de las formas como producir riquezas.
Muchos ven el trabajo como maldición. Otros hacen una falsa distinción entre lo que perciben como lo sagrado -servir a Dios- y lo secular -todo lo demás. Pero no es así. El trabajo llego a ser maldición fue porque el hombre decidió separarse de Dios y desobedecerle.
Pero Al principio Dios también trabajó, durante seis días y el séptimo descansó.
Rick Warren escribe: "El trabajo se convierte en adoración cuando uno se lo dedica a Dios y lo realiza consciente de su presencia".
Salomón escribió:"Esto es lo que he comprobado: que en esta vida lo mejor es comer y beber, y disfrutar del fruto de nuestro trabajo. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado. Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de su trabajo, pues esto es un regalo de Dios". Eclesiastés 5:18, 19
Por qué el Trabajo es bueno
1. A través del trabajo servimos a las personas. La mayor parte del trabajo forma parte de una enorme red de trabajos, industrias, bienes y servicios interconectados que funcionan en conjunto para suplir las necesidades físicas de las personas. Hay otros trabajos que cubren las necesidades estéticas y espirituales de las personas también.
2. A través del trabajo cubrimos nuestras propias necesidades. El trabajo -pago o impago- nos permite ejercer los dones y capacidades que Dios da a cada persona. Dios espera que los adultos se mantengan a sí mismos y no que vivan de otros. La Biblia dice: "El que no quiera trabajar, que tampoco coma". 2 Tes. 3:10
3. A través del trabajo, cubrimos las necesidades de nuestra familia. Dios espera que los jefes de familia sustenten a su familia. Él dice: "Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". 1 Tim. 5:8.
4. A través del trabajo, ganamos dinero para dar a otros. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios nos dice que seamos generosos en suplir las necesidades de los pobres y de los que nos ministran espiritualmente.
5. A través del trabajo, Glorificamos a Dios.
Muchos ven el trabajo como maldición. Otros hacen una falsa distinción entre lo que perciben como lo sagrado -servir a Dios- y lo secular -todo lo demás. Pero no es así. El trabajo llego a ser maldición fue porque el hombre decidió separarse de Dios y desobedecerle.
Pero Al principio Dios también trabajó, durante seis días y el séptimo descansó.
Rick Warren escribe: "El trabajo se convierte en adoración cuando uno se lo dedica a Dios y lo realiza consciente de su presencia".
Salomón escribió:"Esto es lo que he comprobado: que en esta vida lo mejor es comer y beber, y disfrutar del fruto de nuestro trabajo. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado. Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de su trabajo, pues esto es un regalo de Dios". Eclesiastés 5:18, 19
Por qué el Trabajo es bueno
1. A través del trabajo servimos a las personas. La mayor parte del trabajo forma parte de una enorme red de trabajos, industrias, bienes y servicios interconectados que funcionan en conjunto para suplir las necesidades físicas de las personas. Hay otros trabajos que cubren las necesidades estéticas y espirituales de las personas también.
2. A través del trabajo cubrimos nuestras propias necesidades. El trabajo -pago o impago- nos permite ejercer los dones y capacidades que Dios da a cada persona. Dios espera que los adultos se mantengan a sí mismos y no que vivan de otros. La Biblia dice: "El que no quiera trabajar, que tampoco coma". 2 Tes. 3:10
3. A través del trabajo, cubrimos las necesidades de nuestra familia. Dios espera que los jefes de familia sustenten a su familia. Él dice: "Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". 1 Tim. 5:8.
4. A través del trabajo, ganamos dinero para dar a otros. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios nos dice que seamos generosos en suplir las necesidades de los pobres y de los que nos ministran espiritualmente.
5. A través del trabajo, Glorificamos a Dios.
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